La enseñanza de arte en las escuelas lamentablemente no es considerada un aspecto central ni primordial dentro de los programas escolares, sino por el contrario, la han tomado como una actividad extracurricular. Es preocupante que al aprendizaje artístico, no se le otorgue el valor que debería representar, aun sabiendo que este forma parte de los aspectos más esenciales para el desarrollo integral de los seres humanos.
Pienso que para el niño el arte es primordialmente, un medio de expresión
y un lenguaje del pensamiento, ya que el niño ve el mundo de forma diferente y,
a medida que crece, su expresión cambia. No estoy de acuerdo con la insistencia
de algunos maestros por la manera inconsciente con que ciertos niños pintan,
los lleva a imponer sus propios esquemas sobre los colores y forma de
pintar, impidiendo que el niño se exprese libremente según sus propios
pensamientos, sentimientos, y forma de
ver el mundo, trayendo como consecuencia que pierdan la creatividad y el
interés a las artes.
En todas las escuelas, se debe tratar de
estimular a los alumnos para que se identifiquen con sus propias experiencias,
y motivarlos para que desarrollen y
fortalezcan sus sentimientos, sus emociones y su propia sensibilidad artística.
Además, si queremos que la escuela sea eficiente es necesario fomentar el
desarrollo de la creatividad y la práctica de las artes, ya
que favorecerían la capacidad crítica y comunicacional, en tanto que la
práctica de sus disciplinas (Música, plástica,
teatro o danza) promueven el trabajo en equipo y la consecuente toma de
conciencia para la asimilación de valores como: la tolerancia, el respeto por
la diversidad, la solidaridad, la cooperación y la valoración de la propia
identidad.
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